El SVO verificará el cumplimiento por parte del operador económico de los requisitos de bienestar animal establecidos en la normativa de aplicación.

El control del bienestar animal además se realizará de forma continua a lo largo de varias de las etapas de manejo (en la descarga, conducción a la estabulación, estabulación, conducción al atordamiento) inspección antemortem, sujeción y atordamiento, sangrado y desollado e inspección postmortem, pudiéndose detectar hallazgos e incumplimientos en estas etapas relacionados con el bienestar animal.

En general, la naturaleza de los controles se basará en la supervisión y detección de incumplimientos de los requisitos de tipo documental, estructural y operacional.

De una manera indirecta, y a través de la inspección antemortem y postmortem, se pueden identificar problemas de maltrato a los animales que pueden tener su origen en la granja de origen del animal: animales caquécticos, excesivamente sucios (suciedad atrasada), pezuñas muy largas, heridas (como las originadas alrededor del cuello por una sujeción incorrecta de los animales), hematomas en el canal, caudofagia, dermatitis de contacto, etc.